lunes, 19 de noviembre de 2012

El sonido de la infancia


Ayer por la mañana, gran parte de las personas que hoy, en su mayoría, son ya adultos, recibieron una noticia, cuanto menos, nostálgica y dolorosa. Emilio Aragón padre, Miliki, "el payaso de la tele", moría en el hospital rodeado de su familia tras la incapacidad de superar una neumonía que ha querido que sean ochenta y tres las últimas velas que soplase encima de una tarta. Quizás alguien como yo, con apenas dieciocho años, no sea la persona más indicada para hablar de la vida de un hombre que tuvo su éxito más rotundo durante la década de los 70 y los 80. Sin embargo, sí que hay motivos para que esté escribiendo ésto en este instante. 

Yo no tuve la suerte de presenciar, como mis padres, mis tíos, algún que otro primo, etc., las tardes que, a través de televisión, Miliki hacía inolvidables con sus actuaciones y canciones en su programa "Había una vez un circo". Miliki, como persona, como personaje televisivo e ídolo de los niños no formó nunca parte de mi infancia. Ni siquiera su voz. A mí la vida me colocó dentro de otra generación, más moderna y muy influenciada por los programas -sobre todo de dibujos animados- llegados desde Japón. A mí me tocó disfrutar con Pokémon, Oliver y Benji, Doraemon, El inspector Gadget, La pajarería de Transilvania, Bola de dragón, The Rugrats, Dartacán, La banda del patio o El príncipe de Bel-Air, además de otros como La banda del sur -en Andalucía- o Art-attack. Incluso con películas que, aunque subsisten en el tiempo, son originalmente de mi época -léase El Rey León, Toy Story o El libro de la selva-. Para mí cada mañana o cada tarde también eran una nueva aventura de la mano de todos estos personajes que llegaban a convertirse en mis ídolos. Pero Miliki, insisto, no estaba. No obstante, sin haber disfrutado lo suficiente de su voz y de su persona, sí que lo hice de sus letras. La forma siempre fue a través de la voz de mi madre, quien sí vivió el apogeo de Emilio Aragón padre y quien aún guarda en su memoria todas y cada una de sus letras. Así, yo también pasé a tener en la mía las letras de "el barquito chiquitito", "la gallina turuleca", "Don Pepito y Don José" o "el auto nuevo", y de igual forma, como si me hubiese deleitado con los espectáculos de este payaso de la tele, la nostalgia golpea mi interior, sabiendo, además, que todo eso no volverá. Así, Miliki terminó introduciéndose en mi niñez. Y por eso decidí hablar de esto, porque es un mérito incuestionable, obvio e innegable lo que Miliki ha conseguido durante el transcurso de su vida: hacer disfrutar a miles de niños en su momento, crear melodías simples, pero pegadizas y hacer que éstas perduren por siempre en el tiempo, con las nuevas generaciones de niños aprendiéndoselas como si acabaran de ser estrenadas.

Así, los dibujos animados pasan, Pocoyó, Dora la exploradora o Bob Esponja y sus canciones van sustituyendo a los anteriormente mencionados y protagonistas de mis primeros años de vida. Cada niño tendrá unos héroes distintos, unos personajes a los que imitar y unas melodías que tararear. Cada persona, cuando deje de ser un niño, tendrá un particular "sonido de su infancia", organizado por generaciones. Sin embargo, el sonido de Miliki será de los pocos que lograrán ser el sonido de la infancia de generaciones y generaciones diferentes. Y eso, en los tiempos que corren, parece algo casi imposible de conseguir.


martes, 23 de octubre de 2012

Con la revolución en la mente

Hacía días que tenía pensado escribir esto, pero la dedicación a otros menesteres ha querido que sea hoy, 23 de Octubre, cuando lo haga. Hoy, 23O, día en el que hay convocado un nuevo 'Rodea el Congreso' por parte de una multitud mayoritaria e indignada que, como bien dice por las redes sociales, "se niega a pagar una deuda que ellos no han provocado". O mejor dicho, incluyéndome, "nos negamos". Y es que es innegable que la situación a la que estamos llegando roza los límites de lo irreal, con unas medidas impuestas por ministros dirigidos por un Rajoy que a su vez es controlado por la bruja encorvada de Ángela Merkel, emperadora de un imperio alemán que parece vivir un "cuarto Reich", que continúan -y continuarán- exprimiendo al pobre para solucionar los errores del banquero. Una de las grandes consecuencias de esto nos la deja hoy el Diario Palentino, con una lamentable -que no inesperada- encuesta que refleja que, a día de hoy, 1 de cada 5 españoles viven por debajo del umbral de la pobreza.

Al margen de la manifestación en Madrid, el motivo de esta entrada es dejar clara mi indignación con un sector de los jóvenes del país. Y ya no de los jóvenes hijos de ricos empresarios o gente de bien que pueden permitirse el lujo de pagarse estudios privados aunque el hijo de su vecino no tenga un trozo de pan, no. Me refiero a los hijos del obrero. Me explico: Hace un par de semanas, en la Facultad de Comunicación de Sevilla -donde curso mis estudios del grado de periodismo- se celebró una asamblea con los alumnos de todos los cursos de todos los grados y licenciaturas para debatir si se hacía o no un parón académico durante la semana del 12 al 16 de Noviembre, acompañado, obviamente, de manifestaciones y movimientos para mostrar el descontento de los estudiantes con la reforma educativa y con la gestión en general del gobierno del Partido Popular. Como en todo, hubo opiniones dispares. Pensé que la mayoría estaría de acuerdo con la huelga, y de hecho, los primeros oyentes que dieron su punto de vista se mostraron a favor de ella. Sin embargo, comenzaron a salir alumnos defendiendo que el año pasado se llevó a cabo un parón de quince días que no sirvió para nada, salvo para perder horas de clase que no pudieron ser recuperadas. El "intermediario" del debate que se creó entre los chicos negó ésto, diciendo que el parón apareció reflejado en diversos medios de comunicación y que, como es lógico, no se consigue todo de una vez, hay que continuar en la lucha. Una compañera encrespó los ánimos del personal afín a la huelga diciendo que "quejarse no sirve para nada, lo que hay que hacer es trabajar todos juntos" y comparó la situación actual con la Alemania de la II Guerra Mundial, afirmando que salieron adelante cuando no tenían nada. Sinceramente, pienso que ambos contextos son totalmente incomparables. Entonces fue cuando un chaval que está terminando su último año de carrera tomó la palabra y dijo, con tono emocionado e inconformista, que por culpa de pensamientos como el de la chica anterior, él mismo en Septiembre tendrá que abandonar España para buscarse la vida en el extranjero. Con él, por mi parte, estoy completamente de acuerdo. Más aún cuando la FCOM se trata de una universidad pública, donde la mayoría de los alumnos estudian gracias a becas que cada vez parecen más difíciles de conseguir. ¿Que quejarse no sirve de nada? ¿Y quedarse de brazos cruzados sí? ¿Es preferible lo segundo? ¿Quién va a luchar por nuestro futuro si no lo hacemos nosotros? ¿No es preferible un parón de 5 días a un parón definitivo de los estudios de la gente como tú y como yo? Y sobre todo, como leí por Twitter: ¿y si la cura para el cáncer está encerrada en la cabeza de un niño que no tuvo oportunidad de estudiar? Al final, la votación del parón salió negativa, y no se realizará. Bravo.

En ocasiones de máxima indignación, con imágenes del abuso policial o con declaraciones de políticos como Cristina Cifuentes o el propio Wert haciendo de nuestro porvenir un callejón sin salida, me corre por la cabeza la necesidad de una revolución violenta, pero el saber que todo podría desembocar en un caos con miles de inocentes muertos o una guerra civil "calma mi ira", pues llevo dentro de mí un pacifismo latente que me han inculcado desde siempre. Sin embargo, no quedan en el olvido los miles de asesinados durante una dictadura que cada vez más se parece a lo que vivimos hoy. Por ello, espero que nadie se canse de gritar, rodear, grabar, fotografiar, alzar banderas, correr y levantar los brazos hasta que este sistema capitalista opresor de los débiles caiga de una vez por todas para dar lugar, al menos, a uno menos corrupto y socialista de verdad. Pero de verdad, no del que hace el PSOE. Y si puede ser, con la monarquía bien lejos.

Desde aquí todo mi apoyo a los que hoy en Madrid rodearán el congreso de los rateros. #23O


martes, 2 de octubre de 2012

Ánimos desde la profesionalidad


Hace ya una semana que empezó el curso de 1º de Periodismo en la Facultad de Comunicación de Sevilla, donde un servidor ha comenzado con grandes expectativas y mucha ilusión. Pero fue ayer, siete días después, cuando se celebró la ceremonia oficial de inauguración del curso académico 2012/2013. En dicha ceremonia tuvieron lugar una serie de actos como el discurso del decano de la facultad o la entrega de los premios Universidad de Sevilla. Sin embargo, el momento más esperado fue ese en el que la recién estrenada en CNN y ex de TVE, Ana Pastor, dedicó sus palabras durante un buen rato a todos los allí presentes.

La periodista comenzó dando las gracias por haber sido llamada para el mencionado acto y continuó contando vivencias profesionales y el motivo por el cual ya no continua en TVE. Recalcó que la razón de su "despido" -que no fue tal, ya que fue ella misma la que decidió marcharse- fue la de "hacer periodismo", algo que, al parecer, no es del todo bien visto por el partido que gobierna en estos momentos, al no tender hacia su ideología y tratar de ser imparcial sea quien sea el entrevistado, como ya ocurriese con José María Aznar, Alfonso Guerra o José Luís Rodríguez Zapatero. Destacó que el periodista debe cubrir una función social, en favor del ciudadano y nunca del político. Realzó la veracidad y la honestidad por encima de cualquier otro valor si nuestro objetivo es llegar a ser "periodistas" sin perder el auténtico sentido de la palabra, algo que se ha ido diluyendo con el paso de los años y de lo que pocos profesionales se libran, convirtiéndose en aduladores del mandamás del momento o, por otro lado, cayendo en el amarillismo y el sensacionalismo. Para demostrar el "poder" de los buenos periodistas, nos enseñó algunos vídeos donde diversos presentadores y reporteros entrevistaban a políticos de índole variada y en los que me llamó la atención una entrevista de un periodista inglés a Hugo Chávez, en la que al presidente venezolano le cuestionan, o más bien, le afirman en varias ocasiones que ha mandado encerrar a personas que no estaban de acuerdo con su estancia en el poder, a lo que Chávez responde mareando la perdiz y diciendo "tú no sabes lo que estás diciendo".

Por otra parte, Ana Pastor señaló algo que todos sabemos: no corren buenos tiempos para el sector de la comunicación, tanto por la falta de profesionalidad dicha anteriormente como por ser la sección del mercado laboral que más se ha visto perjudicada desde que el país quedara declarado oficialmente en crisis. Sin embargo, su consejo constante fue el de "no os desaniméis, pues estoy segura que los que estáis aquí tenéis suficiente talento como para que esto cambie". Ilusión, valentía y ánimos que siempre se agradecen, más de voces tan expertas como la de la periodista madrileña, alguien que, sin duda ha dejado una huella imborrable en la historia del periodismo español.

Para terminar, Ana nos contó alguna que otra cosa de su vida personal, o mejor dicho, de su vida familiar. Comenzó hablando de su madre, alguien que, según ella, "difícilmente es capaz de escribir tres palabras seguidas sin una falta de ortografía". Es por este motivo por el cual todo lo que ha vivido -y le queda por vivir- le parece un sueño, ya que de pequeña, dijo, su familia no contaba con demasiados recursos. Para ella, haberse convertido en lo que es en la actualidad es un regalo de la vida, aunque claro está, fruto del talento y del trabajo de muchos años. Culminó este recuerdo a su familia diciéndonos que una de las cosas más importantes que pide para su hijo es que nosotros, los estudiantes de periodismo, seamos capaces de continuar con un periodismo de verdad, para contarle al mundo las cosas tal y como son, no tal y como quieren que las contemos.

Y eso fue lo más destacado de la visita de Ana Pastor a la capital sevillana, alguien que me ha sabido animar y estimular de cara al futuro y olvidar un poco las voces que ponen al periodismo como una carrera con escasísimas salidas. Una gran profesional que siempre sabe lo que dice y que no deja indiferente a nadie. Por mi parte, solo puedo dar las gracias.

lunes, 6 de agosto de 2012

Abuso de la autoridad


Conil de la Frontera, 20 de Julio de 2012. Un grupo de al menos 16 jóvenes con ganas de cachondeo y de fiesta se preparan para salir del camping hacia una discoteca del lugar. Son alrededor de la 1:30 de la madrugada y todos, unos más, otros menos, se habían tomado sus cubatitas para empezar la noche. Por razones de motivación y de adrenalina, comienzan a cantar a toda voz y el camping, lleno de jóvenes, comienza a levantarse y a unirse a los cánticos. Es entonces cuando llega uno de los vigilantes del camping, que ya les había llamado la atención el dia anterior, y dice:
- Como no os vayáis de aquí en 5 minutos, llamo a la guardia civil.
Estupendo. Los jóvenes, sabedores de que ya habían dado suficientemente por saco, deciden emprender el camino hacia la discoteca para evitar que la cosa vaya a peor. Durante dicho trayecto, algunos, una minoría, van bebiendo, algo por lo que pueden multarte en cualquier momento. Además, algunos empiezan también a cantar. De todos modos, el principio del camino hacia lo que es el pueblo es una carretera recta donde sólo hay un cementerio y un supermercado Dia... ¿quién se va a quejar, los difuntos o el atún claro?

En ese momento se oye una sirena y frena casi derrapando al lado de los chavales un coche de la guardia civil. Tal y como aparcan, se bajan cuatro o cinco boinas verdes encabezados por un calvo con ganas de arruinar la noche:
- A ver, ¿quién cojones os creéis? Ponéos todos en la pared y separaditos. Por lo pronto la noche os va a salir "baratita". Teneis 300 € de multa cada uno, niñatos. Teneis que ir siempre liándola por ahí, me cago en vuestros muertos. Si quereis jugar, ahora vamos a empezar a jugar, hijos de puta.

Después de esto, uno de los jóvenes empieza a hablar por Whatsapp con otro colega, contándole, muy por encima, lo que estaba ocurriendo y que no podía hablar en ese momento. Es en ese instante cuando otro de los guardias civiles se dirige al del móvil diciéndole:
- Tú, deja el móvil. A ver, todos los móviles apagados, pero ya.
 Mientras tanto, continúan llegando coches tanto de la guardia civil como de la policía local. El calvo continúa insultando y otro de los chicos le pregunta:
- Pero la multa, exactamente, ¿por qué?

- Pues la multa es por escándalo público, por beber en vía pública y porque me sale a mí de los cojones.
Es en ese momento cuando otro de los guardias civiles se dirige hacia un paquete de tabaco que alguien había dejado en el poyete de la ventana de la pared del bar donde estaban los chavales. Lo abre y se encuentra dos porros, liados y todo.
- Anda, mira lo que tenemos. ¿De quién es esto?
Lógicamente, nadie dijo nada, y el guardia civil volvió a hablar:
- Venga, de quién es. A ver tú, ¿de quién es esto? -dijo dirigiéndose a uno de los jóvenes-
- No lo sé, de verdad. 
- Venga, dímelo, que no voy a decir que me lo has dicho tú. Dime de qué color lleva la camisa.
- Que no lo sé, en serio, no sé quién ha dejado eso ahí.
Por otro lado, el calvo discutía con otros de los chicos, diciendo:
- A ver, que yo me he ido de fiesta más veces que tú y me he follado a más putas que tú.
Entonces, el guardia que había encontrado los canutos volvió a preguntar:
- ¿De quién son los porros? No sale, ¿no? Pues, a ver... tú, te tocó -señalando al mismo al que antes había preguntado quien era el dueño del hachís-. Ponle a éste hachís en la fotocopia del DNI -anteriormente ya se habían encargado de hacer fotocopias a todos los DNI-. Son 350 € más.
- ¿Hachís a mí? ¿Por qué? ¡Si no es mío!
- Lo siento, te ha tocado.
Y punto. Entonces, empiezan a cachear a todos. Cuando es el turno del que había recibido la multa por los porros, el guardia civil que lo va a cachear le dice:
- Venga, quítate los zapatos y sácate todo lo de los bolsillos. ¿No tendrás nada, no?
- No, no tengo nada.
- Seguro, ¿no? Como tengas algo te vas a cagar, vas a pasar la noche en el cuartel.
Después de comprobar que nadie tenía nada, los chicos se quedaron un rato allí, comentado lo ocurrido, mientras "la autoridad" se iba. Entonces fue cuando se acercó uno de ellos diciendo:
- Venga, u os vais de aquí u os echamos a guantazos. Ya quiero ver esto dispersado.
Después de esto, los chavales, que no daban crédito a lo ocurrido, emprendieron el camino de vuelta hacia el camping. Entonces se encontraron con otro grupo de gente que les garantizó que si no les habían dado ningún papel ni habían firmado nada, la multa no llegaría. Entonces, recuperando las ganas de fiesta, se fueron a un pub y se tomaron un chupito de tequila para "celebrarlo".

Así es la justicia española. Sin meter a todos los guardias civiles en el saco, los que nos tocaron ese día eran los más catetos y asquerosos de la profesión. Respeto 0 para animales así. Y los porros, para ellos.
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lunes, 2 de julio de 2012

El fútbol solo es el opio de los ignorantes


En medio de la marea de asfixiantes recortes, deshaucios, rescates a los de siempre y recientes incendios en la comunidad valenciana, ha surgido una vez más la selección española de fútbol como la salvadora de las mentes de las personas que buscan una sola razón para evadirse, durante las tres semanas que dura una Eurocopa, de los mencionados problemas que asolan sus vidas y la de millones de españoles más. Mientras la situación del país no hace más que hundirse y desgastarse sin saber hasta donde llegará, en el ámbito futbolístico España ha logrado todo lo contrario: seguir avanzando en la historia sin límites que la detengan.

Con un fútbol al alcance de nadie hasta hoy, 'la roja' se adjudica un triplete Euro-Mundial-Euro que nadie ha conseguido y que dudo que alguien logre próximamente. Además, a este equipo aún le queda al menos otra Euro al máximo nivel, teniendo en cuenta la edad de la mayoría de los componentes, incluída la del seleccionador Vicente del Bosque. Maravillosa final la que nos ofreció ayer este equipo que enorgullece a los seguidores españoles y de este deporte, doblegando a una Italia que fue un mero espectador ante las embestidas españolas que dieron su fruto desde el primer hasta el último minuto de partido y donde cabe destacar la actuación de los catorce futbolistas que llevaron a cabo ayer esta hazaña.

Sin embargo, dentro de la explosión de júbilo, fiesta y alegría desmesurada provocadas por la consecución de este hito deportivo sin precedentes, aparece el viejo debate -que en tiempos de crisis se agrava notablemente- que transforma la sentencia del filósofo Karl Marx "la religión es el opio del pueblo" en "el fútbol es el opio del pueblo", algo que, desde mi punto de vista, no es una idea acertada. Es cierto que durante el torneo, un sector de los españoles ha dejado de molestar y escupir pacíficamente a un sistema que los oprime hasta la extenuación, pero, ¿qué de malo tiene ésto tras más de un año de lucha? Cualquier tiempo de protesta es poco hasta que no se consigan los objetivos, pero, ¿qué problema hay en que los españoles disfruten de tres semanas de espectáculo futbolístico europeo? ¿acaso tras esta conquista futbolística los españoles vamos a dejar de luchar por aquello que realmente nos importa? ¿acaso existe alguien tan estúpido que piense que los triunfos deportivos están por encima de la sanidad o la educación? Quizás el señor presidente así lo piense, estando muy equivocado adoptando esta postura. Al igual que un día se luchó por separar Iglesia y Estado -algo que quedó a medias-, no vendría mal hacer también una separación entre fútbol y Estado. Los sectores más revolucionarios -sobre todo desde las redes sociales- culpan en parte al deporte -ya no solo al fútbol- como uno de los artífices de la alienación y el adormecimiento de la sociedad española, que durante tres semanas se ha podido dormir en los laureles.

Siempre desde mi opinión, convendría hacer una crítica correcta de lo que supone para España un acontecimiento de estas características, pues el sol siempre vuelve a salir, todo pasa y solo los auténticos deseos de cambio permanecerán en el alma de los españoles. No es orgullo de la situación de un país, sino de un equipo. Cuando toda esta euforia pase -algo que no durará más de un mes-, cada ciudadano volverá a ser consciente -si esque alguien ha dejado de serlo- del problema que nos concierne a la mayoría. Ahí ya no habrá opio, si esque en algún momento lo hubo, y la vida seguirá como hasta el 8 de Junio de 2012. El fútbol no es el opio del pueblo, sino de los ignorantes.

PD.- Retomo este blog que había tenido abandonado desde febrero, a partir de cuando sólo dediqué mi tiempo a estudiar y, en ocasiones, a Agustisimísimo, mi blog no serio. La consecuencia de este volcamiento estudiantil ha sido un 9,8/13 en selectividad, alcanzándome, de sobra, la nota requerida en la Facultad de Comunicación de Sevilla para la carrera de periodismo.

miércoles, 22 de febrero de 2012

La des-información vive en el poder


Como creo que, a estas alturas, no hace falta explicar de qué va el movimiento 'Primavera Valenciana', iré directamente al grano. Después de las cargas policiales del pasado lunes en los alrededores del instituto de enseñanza secundaria Lluís Vives, hay una sencilla cuestión que ronda mi cabeza: ¿Todos y cada uno de los agentes de policía, siendo considerados seres racionales, están de acuerdo con la masacre que, sin justificación, han llevado a cabo? Está claro que más de un miembro de la policía nacional se creerá el salvador del mundo o el sheriff del lejano oeste americano al llevar a cabo semejante paliza contra una congregación de estudiantes como yo que, de la manera más pacífica posible y con libros y otros materiales escolares por armas, se manifestaba pidiendo, simplemente, no dar clases a una temperatura inferior a los cero grados. ¿Pensarán los agentes que están haciendo lo correcto? ¿De verdad? Está claro que el jefe superior de la policía nacional en Valencia sí que piensa así. Al menos eso ha demostrado llamando "enemigos" a los adolescentes que se sublevaban pacíficamente contra los recortes en educación. Ésa es la duda que entra en mi cerebro cada vez que se produce una represión de estas características.

Al margen, sería reseñable un audio que he podido escuchar esta tarde del programa de ayer de Hablar por hablar en la Cadena Ser donde un médico valenciano asegura que llegaron al hospital muchos más jóvenes heridos de los que se han publicado en los medios y con heridas más graves también. Además, argumenta que la policía ha estado requisando partes médicos de los pacientes para evitar que se lleve a cabo un recuento auténtico de las víctimas de estos abusos policiales sin fundamento.


Por otro lado, como cada vez que hay altercados como éste, es recomendable atender medios de comunicación de varias corrientes ideológicas y, como siempre, el único que no me ha dejado indiferente ha sido el magnífico Intereconomía, que lanza la hipótesis, qué digo hipótesis, asegura que la extrema izquierda y otros partidos de esta ideología se encuentran detrás de esta 'manifestación de estudiantes' (que, además, afirman que es una simple tapadera y que dicha manifestación no existe como tal) para arremeter contra el Partido Popular y "conseguir en la calle algo que no consiguieron en las urnas". Considera a los jóvenes 'radicales antisistema' e incluso violentos en ocasiones, manipulados por partidos políticos de la oposición negando, además, la existencia de dichos recortes en educación, recortes que si no se han dado explícitamente todavía, lo harán en un futuro, pues así lo ha anunciado recientemente el Partido Popular, "con el fin de salvar a España de esta crisis". Curioso que durante la legislatura del PSOE, la entonces oposición afirmara que no era justo pedir a los españoles un esfuerzo, cosa que ahora parece ser posible y necesaria. Curioso también que haya suficientes millones de euros en este país para que el Papa venga a visitarnos y que no los haya para comprar gasoil para una simple calefacción de un colegio público. Quizás el gran Benedicto XVI nos saque de la crisis con algún que otro milagrito.

Y así está la situación por el momento, sin entrar en demasiados detalles. La des-información vive en el poder, y es lo que queda. Me deja de piedra cómo esta cadena de ultraderecha saca a la luz sólo aquello que le conviene, aunque no sé de qué me extraña, cuando no es la primera vez que lo hacen. Desde aquí sólo me queda mandar fuerza y aguante a los compañeros valencianos.

lunes, 13 de febrero de 2012

Sobre ACTA y el "marzo negro"

Si no estás informado de lo que es la ley ACTA, primero deberías ver este vídeo. Lo entenderás fácilmente, pero te llevará unos siete minutos. Si prefieres entenderlo rápido, sería recomendable que vieras este otro, donde lo explican con humor, pero ejemplificando claramente de qué trata.

Para los que prefieran no hacer click en ninguno de los dos enlaces, haremos una breve descripción de lo que se pretende llevar a cabo esta ley. ACTA es el acrónimo del inglés Anti-Counterfeiting Trade Agreement, que traducido resulta Acuerdo Comercial Anti-Falsificación, que tiene como objetivo primoridal acabar con la piratería y la difusión gratuita de información con derechos de autor por la red, ya sean imágenes, textos, música o vídeos. Dicho así suena bastante bien, pues es lógico pensar que los artistas y escritores tienen derecho a ganar dinero por el trabajo que llevan a cabo. Sin embargo, aunque aún no se ha aprobado completamente la ley, lo que ha ocurrido recientemente con MegaUpload es el resultado de lo que pasaría con gran cantidad de páginas webs si termina aprobándose el ACTA. Webs como Youtube, donde hay millones de vídeos con música e imágenes con derechos de autor, o redes sociales como Twitter, donde la gente actualmente puede colgar cualquier tipo de información y ser redistribuída por millones de usuarios más, se verían en un serio problema.


En el más estricto de los casos, y según el primer vídeo, ni tan siquiera podrás enseñarle a tus amigos o a tu familia algo que has aprendido pagando en algún curso de guitarra, de cocina, etc, pues sólo tú habrás pagado por ese curso y tu amigo estará recibiendo una información registrada de manera gratuita. Y también en el más estricto de los casos, de aprobarse el ACTA, se situarán en la red una especie de "policías virtuales" que vigilarán tus acciones por correo electrónico, mensajería instantánea o redes sociales, pudiéndosete imponer una multa o incluso ser llevado a prisión si estos "policías" detectan alguna acción fraudulenta en tu uso de internet, del cual pueden deshabilitarte temporalmente.
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No sabemos qué hay de verdad y qué de rumores en las consecuencias a las que tendremos que enfrentarnos todos los usuarios de internet si se aprueba esta ley. Sea como sea, lo que es seguro esque se suprimiría por completo nuestra libertad de expresión, que al fin al cabo, es de las pocas cosas que nos quedan. De lo que tampoco se puede dudar esque detrás de esto se encuentran las grandes potencias mundiales de los cinco continentes, destacando a Estados Unidos y varios países de la Unión Europea, dentro de los cuales algunos como Rumanía o República Checa se han opuesto recientemente al acuerdo, por considerarla una limitación brutal al acceso libre a la información. Alemania ha decidido congelar las negociaciones por ahora, negociaciones que por supuesto se han llevado a cabo bajo el letrero de 'privado' y de las que tenemos muy poca información 100% fiable.
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En el bando contrario, hablando en plata, se encuentra el grupo Anonymous, una banda nacida en Latinoamérica que lucha desde hace ya varios años contra la implantación de este tipo de leyes que limitan la libertad de expresión y el acceso a cualquier tipo de información en internet, reuniendo hackers y cientos de gente afiliada, siempre desde el anonimato. Dicho grupo ha propuesto la iniciativa que han denominado "marzo negro", en la que se pretende llevar a cabo un duro golpe contra la industria del entretenimiento de todos los países con el fin de hacer caer sus ingresos de una manera aplastante. Consiste en no comprar ni descargar videojuegos, libros, películas o música en ningún día de las cuatro semanas de marzo, algo que realmente nosotros podríamos hacer, pero que supondría grandes pérdidas para dicha industria. Algo difícil de llevar a cabo que posiblemente no surta efecto, pero ahí queda la idea.
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En definitiva, se cuece una gran incertidumbre en torno a toda esta desconcertante información que no deja nada claro, pero que tampoco deja a nadie indiferente. Los más radicales hablan de una tercera guerra mundial entre gobernantes y ciudadanos, algo que puede sonar a puro sensacionalismo. En cualquier caso, ahí queda.



En Twitter: #stopACTA, #MarzoNegro